El Castillo de Alcalá del Júcar destaca por su imponente ubicación y su arquitectura distintiva. Situado en lo alto de un acantilado rocoso, el castillo ofrece vistas panorámicas espectaculares del valle del río Júcar y del pintoresco pueblo que se extiende a sus pies. La fortaleza está rodeada por una muralla que incluye varias torres, entre las que se destaca la Torre del Homenaje, una estructura maciza que servía como núcleo defensivo y la residencia principal.

La arquitectura del castillo combina elementos defensivos con características residenciales, creando un equilibrio entre funcionalidad y confort. Las murallas están construidas con mampostería robusta, y se pueden observar detalles como las saeteras y los matacanes, diseñados para proteger a los defensores del castillo durante los ataques.

El castillo también cuenta con un foso, un elemento común en las fortificaciones medievales que ayudaba a reforzar la defensa. Aunque el foso ya no está en su estado original, sigue siendo un elemento significativo en la estructura del castillo.